Más que el eco de las canciones, la cinta es un mix de imágenes fragmentadas. Un relato muy intimo compuesto por historias de vida propias y ajenas. Pero nunca TAN ajenas por que el contenido es el esencialmente el mismo: El retorno.
Lo decía su madre en Europa: “Aquí estamos todos muy contentos, con ganas de volver”. Lo que nos da a entender cuan escindida puede haber sido su vida. El corazón acá. La vida política acá. La vida real allá. El sufrimiento acá y allá.
Un Found Footage de una retornada adolescente que deambula entre la Roma que la vio nacer y el Chile querido. De una chica cuya vida suya/de su país está descompuesta (en el amplio sentido de la palabra).
Imágenes de protestas. La mujer mojada por el guanaco. Jaime Guzmán y Pinochet … el poderoso y el que murió. Antonia contempla y re-arma una biografía a modo de película documental/ficción para poder autoconstruirse.
La metáfora es una herramienta que se utiliza en los dos niveles del relato. Y se siente más potente en el plano lingüístico por que su recorrido se acerca más a la poesía, a la ensoñación, que al lenguaje directo.
Como segunda instancia expresiva se suman las imágenes que reúnen archivos familiares con material de cineastas como Pablo Salas y Juan Forch. Se ponen en una juguera y sale esto: una mezcla de imágenes que muchos de nosotros conocemos desde fuera y que sólo acá tenemos la posibilidad de ver por dentro.
La puedes ver el jueves 23 a las 15:30 en al Cineteca Nacional. Entrada general $2.000 y estudiantes $1.500.
Lo decía su madre en Europa: “Aquí estamos todos muy contentos, con ganas de volver”. Lo que nos da a entender cuan escindida puede haber sido su vida. El corazón acá. La vida política acá. La vida real allá. El sufrimiento acá y allá.
Un Found Footage de una retornada adolescente que deambula entre la Roma que la vio nacer y el Chile querido. De una chica cuya vida suya/de su país está descompuesta (en el amplio sentido de la palabra).
Imágenes de protestas. La mujer mojada por el guanaco. Jaime Guzmán y Pinochet … el poderoso y el que murió. Antonia contempla y re-arma una biografía a modo de película documental/ficción para poder autoconstruirse.
La metáfora es una herramienta que se utiliza en los dos niveles del relato. Y se siente más potente en el plano lingüístico por que su recorrido se acerca más a la poesía, a la ensoñación, que al lenguaje directo.
Como segunda instancia expresiva se suman las imágenes que reúnen archivos familiares con material de cineastas como Pablo Salas y Juan Forch. Se ponen en una juguera y sale esto: una mezcla de imágenes que muchos de nosotros conocemos desde fuera y que sólo acá tenemos la posibilidad de ver por dentro.
La puedes ver el jueves 23 a las 15:30 en al Cineteca Nacional. Entrada general $2.000 y estudiantes $1.500.
—Constanza Miranda.