Metro Cuadrado es la metáfora a la intimidad, a ese espacio invencible para muchos y fácilmente violable para unos pocos. El área de la vulnerablidad donde no hay armas de defensa ni escudos protectores. El lugar donde algunos jamás tendrán la capacidad para comprender los actos encubiertos, ni para darse cuenta cuando dejaste de ordenar las cosas o dejaste de sonreír al despertar. Son las metáforas de la vida diaria y la falta de habilidad para alarmarse cuando las cosas se van quebrando.
—Vivir contigo es difícil. Sé que no quiero estar en la casa paterna pero tampoco sé si quiero estar contigo. Somos muy cercanos, pero no sé cuan novios somos en este momento. Te conozco bastante, pero ¿cuánto me conoces tú si eres incapaz de notar que me estoy cansando?¿Te habrás dado cuenta que miro la ventana muchas más veces que las que quiero hablar contigo?
No quiero estar acá.
Esto está un poco muerto. Agonizo en los labios de otro en la cocina y ni siquiera en este tipo de actos se rompe algo o se toman decisiones importantes. Debe ser, porque no hay nada para romper.
Metro Cuadrado es la ópera prima de Nayra Ilic. ¿De qué trata? De un depa y una pareja que de a poco se va al carajo. Un cotidiano que da vueltas en la cabeza de todos los que están en una relación más o menos larga. La puedes ver en el Cine Arte Alameda desde hoy, 26 de mayo, todos los días de la semana a las 17-19-21 horas. Y si algo de esto te sonó familiar, tienes que ir.
—Constanza Miranda.