En el cine chileno, sobre todo en el género documental, hay un tema que no deja de estar presente. Lo que pasó en el 73. Y es así como varios y distintos documentales biográficos se refieren a lo mismo.
Si Carmen Castillo había relatado su vida como mirista, Macarena Aguiló hace lo propio sobre su historia como una de las 60 niñas que se quedaron en Europa mientras sus idealistas padres volvían a Chile a derrocar la dictadura. O al menos a intentarlo.
Ella habla sobre su infancia de manera contenida, en voz baja, sin embargo el trasfondo de su historia no deja de ser potente.
En este cine documental post dos mil, “El edificio de los chilenos” nos muestra un relato que se gesta de manera paralela al abordado por la viuda de Enríquez en “Calle Santa Fe”. Personalmente, ver ambas cintas se convierte en un interesante ejercicio para establecer un contrapunto y comprender la realidad de este movimiento revolucionario más allá de los libros de historia.
Eran fines de los 70 y gran parte de los integrantes del MIR que se encontraban “de viaje” en Europa deciden volver a Chile a luchar en clandestinidad. Cambian sus nombres, sus looks. Se van sin sus hijos.
Para hacerse cargo de los pequeños que se habían quedado en Europa nació el “Proyecto Hogares”, espacio donde compartían en comunidad medio centenar de niños. Pero el resultado de este utópico plan es una historia de desarraigo profundo en cada uno de ellos, quienes sin posibilidades de optar vivieron con el marxismo como bandera.
Es por esta carencia afectiva que Macarena nunca pudo volver a establecer un lazo real con sus padres, los mismos que querían “un país mejor para sus hijos” mientras las heridas emocionales que se iban gestando en ellos fueron, en muchos casos, irrecuperables.
Un film triste sin tintes rococós ni exageraciones melosas que visualmente está compuesto por las múltiples formas de abordar la memoria: fotografías, dibujos, animación y filmaciones que pertenecen a archivos familiares sobre todos los lugares cuyo peso simbólico son esenciales para la autora.
—Constanza Miranda.